En este tiempo de crisis sanitaria, tenemos la enorme posibilidad de elegir darle un sentido por ejemplo, que este periodo sea una enorme posibilidad de aprendizaje.
Hemos podido ver y explorar de como la responsabilidad del cuidado de uno mismo impacta en el cuidado de quienes queremos, que todos vivimos, sentimos la realidad de forma distinta, que es importante activar fuertemente la empatía, que es posible hacer las cosas de una forma distinto o que incluso instituciones pudieron actualizar sus procesos o trámites en línea. Ha sido en mayor o menor medida un proceso de aprendizaje para todos.
En este tiempo, se han liberado libros en línea o hay más tiempo para leer o aprender algo nuevo. También, se ha visto incrementada la oferta de cursos en línea, webinar, cumbres virtuales y charlas. Incluso hay aprendizajes que se recogen de las vivencias diarias con la toma de consciencia personal, el atreverse a explorar algo nuevo, mejorar algún proceso, o todo lo contrario, cuando hay consciencia de que algo definitivamente no anda bien y es necesario hacer un cambio.
El aprendizaje real implica un cambio, una transformación. Es decir, cuando el conocimiento se lleva a la práctica o al músculo y no pasa a ser un libro sin abrir guardado en la estantería.
Aquí te compartimos 3 claves para capitalizar tus aprendizajes. Y que tu versión del YO futuro pueda al recordar y reconocer esta crisis como un periodo de crecimiento y transformación personal y profesional.
1. Visualiza y aprecia los aprendizajes diarios
Reconoce en tu rutina diaria aquellas nuevas cosas que estás haciendo, aprendiendo.
Desde el nuevo punto de tejido, el concepto de algún autor, tus propias tomas de conciencia, los nuevos puntos de vista o incluso la nueva melodía o técnica que lograste en tu hobby.
Poder visualizar tus avances te permitirá valorar este tiempo, reconocer tu evolución y crecimiento.
Imagina esta práctica con tu familia, al finalizar el día invita a reconocer y agradecer lo aprendido durante el día. Verás cómo cambia también el estado emocional personal y familiar.
2. Crece profesionalmente
Incorpora una nueva herramienta, programa, método o conocimientos, desarrolla tus habilidades.
(Esto sólo si sientes que puedes, si tienes el tiempo y quieres hacerlo, no es momento de poner más presión si tu trabajo o rutina está sobrecargada).
Busca en línea una oferta que se adapte según tus intereses, plan desarrollo profesional, o que te permita avanzar en algún indicador de tu última evaluación de desempeño. Conversa con tus líderes sobre las posibilidades y programa tu plan de estudio.
3.-Practica la auto observación
En este ritmo de trabajo y de vida distinto, mírate constantemente. Si no puedes salir, la invitación es viajar hacia adentro. Conocerse, ser consciente de sí mismo, es un tremendo capital para mejorar la interacción con otros. Para partir te planteamos dos prácticas sencillas que para la autoconciencia
Chequea tu estado interno al menos una vez al día con las siguientes preguntas ¿Cómo estoy? ¿Cómo quiero seguir?. Hay días que partimos bien y seguimos bien o al contrario, algo malo sucede y nos nubla el estado de ánimo. Estando en esa situación, hazte la pregunta ¿Cómo estoy? y si te respondes “irritable”, pregúntate ¿Quiero seguir así el resto del día? ¿Qué puedo hacer por mi para cambiar mi estado?
Busca la intensión positiva, ante conductas que te generen incomodidad a ti o con quienes te vinculas pregúntate ¿Para qué hago esto? ¿Por qué es importante para mí hacer esto?. Cada acción, conducta, sea positiva o negativa tiene un propósito, una razón, una intensión a la base. Reconocer lo que cada acción cuida, resguarda nos da pistas para reconocer nuevas formas de actuar, se abren nuevas posibilidades cambio y transformación.
Este periodo de pandemia es una enorme posibilidad de transformación y crecimiento. Porque sí, es sólo un periodo, que si sabemos aprovecharlo bien, puede ser un impulsor para nuestro futuro.
El futuro se construye con cada paso que das HOY.
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